La década de los 90 estuvo marcada por la presencia de varias mascotas aventureras y fue en esta ola donde apareció la franquicia de Aero The Acro-Bat. El éxito fue tal que el rival de Aero, Zero, ganó su propio juego: una aventura de spin-off que ocurre entre el primer y segundo título de la franquicia principal.
Zero, la ardilla kamikaze, pone a Zero en una aventura de regreso a su tierra natal. Después de recibir una carta de su ex-novia, Ammy, Zero descubre que Jacques Le Sheets ha invadido Stony Forest y está talando los árboles locales para convertirlos en papel para imprimir dinero falso. La aventura comienza cuando Zero llega a la isla y su avión es derribado.
El protagonista destaca con su visual badass consagrado por el cine de la época, con bandana, chaqueta abierta, jeans y botas. En otras palabras, no tenemos un personaje «mono» como en otros juegos, sino un buen antihéroe de lucha.
El juego es rico. Zero utiliza un binocular para tener una mejor visión de lo que hay arriba, abajo o a los lados. Siendo capaz de golpear a los enemigos con shurikens, puñetazos, piruetas y realizar pequeños vuelos, la ardilla kamizake es ágil y no requiere mucha habilidad del jugador para enfrentarse a enemigos y obstáculos, lo que hace que el juego sea más fácil que muchos otros del género.
Los gráficos siguen un estilo «caricaturesco», con muchos colores, que recuerdan el diseño de EarthWorm Jim (lanzado en junio del mismo año), pero con menos riqueza de detalles. Lo que no significa que el juego es feo, pero para los estándares de la época, podemos decir que podría ser un poco mejor.
Lo que realmente llama la atención es la obra de arte del personaje, que tiene movimientos muy realistas, y la creatividad para ciertos detalles del entorno y también en relación con los enemigos, que varían según el nivel y se adaptan muy bien a la propuesta de cada etapa.
La banda sonora fue cantada por Rick Fox, que estaba al principio de su carrera, pero hizo un buen trabajo. Las canciones están siempre en tonos bajos y progresivos, lo que le da al título un ritmo pesado que encaja perfectamente con el carácter del juego.
En resumen, podemos decir que el juego fue bien recibido por la crítica, destacándose por la jugabilidad y los colores del contrato. Es un resultado del éxito y que ha hecho muy bien en contextualizar el lado heroico de Zero con una historia madura y rica para su tiempo.
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